El 2011 inicio con una visita al mar Caribe, tiempos sin ir a esta importante zona de Colombia.
Santa Marta en estos últimos 15 años ha cambiado muchísimo. Sus zonas aledañas a las playas hacia la salida a Barranquilla fueron construidas por grandes edificios de hoteles, pero lo paradójico del asunto es la construcción, por una parte, del ferrocarril del carbón y por otra un puerto carbonero para sacar el mineral colombiano por el océano atlántico.
Las construcciones de estas infraestructuras carboníferas en áreas inadecuadas a nivel de ordenamiento territorial, con usos incompatibles entre actividades de carácter turístico y recreativo con industriales como el almacenamiento y transporte de carbón, son errores absurdos y garrafales generados por una institucionalidad corrupta e inoperante, seguramente que acompañada de decisiones e influencia de la clase política regional, asuntos que han generado un altísimo deterioro ambiental a los ecosistemas costero y marino y un gravisimo daño al desarrollo turístico de tan importante distrito.
Las arenas blancas características de la zona ahora son negras por el cisco de carbón, las aguas azulverdosas se aprecian turbias, la mortandad de peces es evidente a lo largo de las playas, afectando de manera desgraciada a los humildes pescadores artesanales de la zona, además de generar un detrimento en la afluencia de turistas, lo cual afecta de manera absurda a la industria del turismo.
Bueno, parece que las multinacionales mineras se tienen tomado el país y han penetrado las entrañas de nuestra dirigencia política; no creo que de manera gratuita, pero este tipo de desgracias ambientales son imperdonables y no hay derecho a que hagan ochas y panochas con la patria.
Mauricio Ramírez Mesa
domingo, 6 de febrero de 2011
domingo, 5 de diciembre de 2010
Foro Azul, Conversatorio sobre el Agua
El agua como elemento esencial de la vida es un bien colectivo de los seres vivos, por tal motivo es importante que los seres RACIONALES nos sentemos de manera reflexiva a charlar sobre este preciado liquido, no una vez, el asunto es que sea una actitud permanente.
En primera instancia, la comprensión del ciclo hidrológico es una tarea que nos compromete; dimensionar como el agua salada del mar al ser acariciada por el sol y jugar con los vientos se convierte en nubes, en agua dulce y esta de manera asombrosa viaja miles de kilómetros para caer en una cascada de lluvia, todo esto por una serie de complicidades manejadas por los espíritus de la tierra. Pero ahí no termina todo, pues cuando estas gotas llegan a la superficie de la tierra inician un camino impulsadas por la fuerza de gravedad que las agrupa y las conduce por drenajes y cauces que forman torrentes de agua, ríos, quebradas o por grietas y fracturas en las rocas para ser almacenadas como agua subterránea o brotar de las peñas como ojos de agua; todo esto tan elemental y asombroso, pero a veces tan distante de la comprensión humana.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)